La UBA en la COP 15

Durante los días 7 y 18 de Diciembre, la Universidad de Buenos Aires formó parte de la Delegación Oficial de la Republica Argentina que participó de la XV Cumbre Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 15) y Protocolo de Kyoto, realizada en la ciudad de Copenhague.

Líderes y delegados de más de 180 países del mundo arribaron a la capital danesa para tratar un nuevo acuerdo fundamental en materia de compromisos sobre reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento del planeta, que extienda los compromisos del Protocolo de Kyoto (1997). En ese sentido, resultó notorio que la mayoría de los participantes sostuvieran, desde el principio del evento, “la importancia de llegar al menos a un acuerdo” en el marco de la COP 15.

Por ello, los resultados finales arrojados por la Cumbre no satisficieron las expectativas generadas. Las dificultades para formar consensos en materia de pautas diferenciadas con arreglo a las emisiones nacionales, debilitó las posibilidades de alcanzar un acuerdo vinculante entre el conjunto de las partes.

De todos modos, la Declaración Oficial alcanzada, a pesar de dejar pendiente el tratamiento del problema de fondo sobre los compromisos vinculantes sobre reducciones, dejó abierto el tema y expresó la voluntad de diálogo de cara a la futura Convención de México de 2010.

El cronograma oficial de actividades de la Cumbre ofreció conferencias, mesas redondas que en diferentes sesiones se concentraron en la comprensión del impacto del cambio climático en el mundo, la sensibilización y el compromiso político, explorando el potencial de medidas adaptación y desarrollo de estrategias, programas y proyectos de mecanismos de desarrollo limpio.

La cumbre del clima comenzó con presentaciones sobre las necesidades en materia de medidas que combatan el calentamiento del planeta. Se destacaron, principalmente,  los impactos del cambio de clima, tales como aumento del nivel del mar y un acelerado calentamiento del ártico.

En diferentes foros, se discutió acerca de cuánto de la solución climática debería provenir de países desarrollados, y de países considerados en vías de desarrollo. Por ejemplo, China, India, Sudáfrica, Brasil, propusieron que las naciones desarrolladas reduzcan sus emisiones de dióxido de carbono en un 40%, comparado a los niveles de 1990. Esto correspondería a una reducción de emisiones ocho veces mayor de lo que fue recomendado en el protocolo de Kyoto. En algunas reuniones también se ha discutido de que manera los países en vías de desarrollo, podrían reducir emisiones a medida que éstos continúan progresando.

La organización meteorológica de mundo (por sus siglas al inglés, WMO, World Meteorological Organization), hizo su presentación, compartiendo los resultados  de sus investigaciones sobre los expedientes de la temperatura global. También resulta interesante mencionar, el tema abordado en un evento organizado por FAO (Food and Agriculture Organization) y el Ministerio Danés de Alimentación, agricultura y pesca. Las conclusiones que se obtuvieron relacionadas al cambio climático, la seguridad alimentaria y la pobreza mostraron que estos temas no pueden ser abordados de manera aislada sino que debe existir un entrecruzamiento entre los diferentes sectores, clima, alimentos y sociedad.
 
Por otro lado, cabe señalar la ponencia de Lisa Jackson, Administradora de la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. (por sus siglas al inglés, EPA, Environmental Protection Agency). Jackson mencionó a los asistentes que los investigadores de EPA han determinado que los gases de efecto invernadero están poniendo en peligro la salud de las personas, y por lo cual EPA está en contacto permanente con  el congreso de  su país para trabajar en esta seria problemática.

Desde el punto de vista de la Universidades, más allá de la fuerte presencia de Organizaciones No Gubernamentales y delegaciones oficiales de los Estados, se señala la insuficiente presencia de las Universidades del mundo en este foro. En relación a la comunidad académica-científica, estuvieron presentes el British Council, y las Universidades de Yale y de Copenhague. Cabe mencionar que el Ministerio de Educación danés financia proyectos presentados por la Universidad de Copenhague, destinados a ofrecer cursos que refuercen el interés por la enseñanza climática  Los cursos están dirigidos a profesores de enseñanza primaria y secundaria ordinaria y a las escuelas secundarias superiores.

En este contexto, es importante destacar que esto consolidó próximos acercamientos en la temática entre las Universidades, dado que la UBA también, desde 2007, dicta  un curso de capacitación docente “Prepararnos para el futuro: Abordajes de contenidos interdisciplinarios sobre el Cambio Climático” con acreditación de puntaje aprobado por el  Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad: orientado a docentes de escuelas medias y siendo los profesores que dictan dicho curso destacados investigadores de las diferentes  unidades académicas de la Universidad.

La Universidad de Buenos Aires de cara a la decimoquinta Cumbre Mundial sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP 15)

Durante los días 7 y 18 de diciembre de 2009, en la ciudad de Copenhague, Dinamarca, se llevará a cabo la decimoquinta Cumbre Mundial sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP 15). La relevancia, los objetivos y las propuestas implicadas por realización de este evento global instalarán el problema del Cambio Climático en toda su magnitud y complejidad en la opinión pública a una escala mundial. La magnitud e importancia de la COP 15 se relacionan con la serie de antecedentes establecidos por los acuerdos de Bali en el año 2007. En ese entonces, las 192 partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático se comprometieron a profundizar y ampliar negociaciones sobre una acción internacionalmente fortalecida contra el cambio climático; dicho proceso aspira a culminar en un ambicioso resultado negociado a fines de 2009 como coronación de la COP 15, cuya entrada en vigencia será requerida antes de enero de 2013.

La Universidad de Buenos Aires, a través de su Programa Interdisciplinario sobre Cambio Climático (PIUBACC), ha participado activamente dentro de la Comisión Nacional Científico-Tecnológica Sobre Cambio Climático, coordinada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. En ese marco, dicho organismo ha elaborado, con la colaboración de la Cancillería, la posición nacional que será presentada y defendida en la COP 15.

Ante la relevancia de dicho evento, la Universidad ha asumido como uno de sus ejes fundamentales la tarea de fomentar la divulgación y la socialización de los avances en materia de investigación de Cambio Climático. La realización de la COP 15, al mismo tiempo que exigirá una presencia del PIUBACC en la esfera pública y la divulgación de información de interés público en torno a las novedades del Cambio Climático, ofrecerá la oportunidad de fortalecer la presencia y publicitar el compromiso de la Universidad de Buenos Aires con la temática.

Intesificación sostenible como respuesta al cambio climático: Necesidad de una estrategia que integre a las biotecnologías y herramientas acordes con la vulnerabilidad de los sistemas agrícolas y pecuarios

Básicamente hasta el presente en los grandes ecosistemas intervenidos de América Latina (pampa, chaco, patagonia, campos, cerrados, llanos, altiplano) el suministro de alimentos ha sido posible gracias a la ampliación de la superficie dedicada a la producción (crecimiento extensivo) por la cual el sector silvoagropecuario y acuícola ha intentado satisfacer la demanda por alimentos bajo un continuo crecimiento poblacional. La intensificación de la producción por unidad de superficie no ha sido la constante ni el enfoque en los programas y políticas de desarrollo agrícola.

La continua expansión de la frontera agropecuaria ha conllevado a una presión significativa sobre los recursos naturales renovables, especialmente suelos y aguas, generando impactos negativos relevantes en su estado, y por ende en la capacidad de respuesta para sostener la producción futura de alimentos.

En el escenario actual de cambio climático cuyos impactos han sido estimados (Cuadro 1) recientemente por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (1) (2007a) se visualizan riesgos mayores sobre la seguridad alimentaria específicamente en las poblaciones rurales. Además, se afectarán las fuentes de energía disponibles, y las funciones ambientales de los ecosistemas de los territorios en desarrollo.

cuadro1

Estas alteraciones (positivas o negativas) han determinado un escenario de mayor incertidumbre (riesgo) respecto a la sostenibilidad de la producción basada en los recursos naturales y el resguardo de la seguridad alimentaria, en función del surgimiento de condiciones de alteración de los agroecosistemas (2) (vulnerabilidad), así como por nuevas presiones debido a los requerimientos de intensificación productiva (amenaza) para sostener a una sociedad creciente en su demanda por alimentación y energía. Dado que la intensificación es un proceso que presenta limitaciones dadas por la tecnología, legislación y costumbres, para desarrollar una propuesta de “intensificación sostenible” se deben tener en cuenta diversos enfoques con una perspectiva integradora de los costos y beneficios que representa su incorporación, los derechos y deberes que se deben respetar y entregar, y las virtudes de las comunidades que podrán adoptarla (dimensión sociocultural). En este sentido América Latina y el Caribe presenta una de la más diversa y compleja gama (Cuadro 2) de sistemas agropecuarios del mundo.

cuadro2

La intensificación sostenible de la producción en agro sistemas intervenidos se la puede definir como un “conjunto de políticas, incentivos, tecnologías que permitan y/o promuevan el uso racional intensivo y sostenible de los recursos naturales y de la tecnología para asegurar la seguridad alimentaria local y nacional y el desarrollo económico en el marco de la conservación de los recursos naturales renovables”.

Se prevé que la intensificación sostenible de la producción puede ser una respuesta al cambio climático en algunos agroecosistemas intervenidos, si se acompaña de un conjunto de políticas, incentivos, y tecnologías que permitan y/o promuevan un uso racional intensivo y sostenible de los recursos naturales para asegurar alimentos a nivel local y nacional, en el marco de una producción económica y ambientalmente viable. Entre los 16 agroecosistemas indicados se puede visualizar que en 8 de ellos existen opciones válidas a traves de la estrategia de intensificación de la producción. Estos serían: i) con riego ; ii) basado en el uso de recursos forestales , iii) Intensivo mixto , iv) mixto cereales-ganadería (Campos) , v) templado húmedo mixto con bosque ; vi) mixto extensivo (Cerrados y Llanos); vii) templado mixto (Pampas); vii) seco mixto extensivo ( Chaco); y viii) sistemas acuícolas.

Un escenario de intensificación sostenible de la producción de esta magnitud podría ser una opción aplicable al 69% de la superficie productiva de la Región dónde habita el 50% de su población rural.

Considerando que un agroecosistema cumple una doble función: sostener el sistema productivo per-sé (función productiva), y brindar servicios ambientales al entorno (función ambiental), mediante sus características biofísicas y socioeconómicas, dentro de esta propuesta es central la pregunta: ¿cuáles son las tecnologías que permitirán dar sustento a la producción de alimentos, cuando se intensifica un sistema de producción sin disminuir la capacidad del territorio para conservar el suelo y mantener la diversidad biológica?

Esta estrategia reúne aquellas tecnologías o herramientas de intensificación acorde con la vulnerabilidad del propio agroecosistema, considerando características biofísicas y socioeconómicas sin poner en riesgo las funciones ambientales de la actual y futura intervención. En este contexto, poder proponer la estrategia de intensificación sostenible acorde al riesgo ambiental de cada agroecosistema, significa contar con la determinación de categorías de riesgo, para las cuales se asociarán diversas herramientas o tecnologías existentes.

En primer lugar están las tecnologías que permitan un uso eficiente del agua y el suelo, sin afectar irreversiblemente sus características biofísicas, ya sea por su acción directa o indirecta a través de los residuos generados (líquidos, sólidos y gaseosos). Así, las tecnologías que promueven la eficiencia en el uso del agua a bajo costo de operación (bajo consumo de energía, variedades tolerantes a sequía), como aquellas que reemplazan al bromuro de metilo y permiten lograr sanidad del suelo sin eliminar gases a la atmósfera.

También se encuentran aquellas estrategias de producción que promueven un uso más eficiente de insumos (incluye al riego) a través de especies mejoradas que logran una mayor producción de materia seca por volumen de agua, o aquellas que logran una mayor respuesta a la aplicación de fertilizantes(N, P y K), o otras que se adaptan de mejor manera a condiciones edafoclimáticas extremas (periodos prolongados de inundación).

La intensificación sostenible de la producción requiere de contar a nivel del productor con tecnología apropiada y sistematizada para:

– manejar los sistemas productivos agrícolas, ganaderos y agroforestales a través de la incorporación de variedades resistentes a plagas y enfermedades, MIP, labranza mínima y agricultura de conservación, buenas prácticas agrícolas y ganaderas considerando la valoración económica, social y ambiental de las prácticas promovidas.
– integrar tecnologías existentes tales como: aumento del rendimiento de los cultivos a través del mejoramiento de la gestión, cultivos genéticamente modificados con liberación comercial regulada y apropiados a las condiciones de los pequeños y medianos productores, sistemas de recomendación de fertilizantes y agricultura de precisión.
– aumentar la productividad animal a través del mejoramiento nutricional de ganado, aditivos dietéticos e impulsores de crecimiento, aumento de fertilidad animal, fuentes de alimentación bioenergéticas, digestión anaerobia de lodos, sistemas de captura de CH4 y nuevas tecnologías para eliminar metano CH4, tales como aceites en ración alimenticia animal.
– considerar las experiencias relacionadas al desarrollo de mercados dónde se transan los servicios ambientales generados por un agroecosistema en particular. Lo anterior, poniendo especial énfasis en el tipo de servicio, los sistemas de valoración socioeconómica existentes, las metodologías para determinar la disposición a pagar, la legislación que sustenta los derechos sobre los servicios, y los mecanismos utilizados para activar y mantener dicho mercado.

Es importante considerar a priori la utilización de indicadores que permitan verificar los avances en la implementación de las estrategias sobre intensificación sostenible. Estos indicadores deben permitir medir la vulnerabilidad de cada agroecosistema, el riesgo ambiental, y los impactos obtenidos

(intensificación de la producción, ganadería ovina sostenible, desempeño económico, factibilidad de aumento de la tecnificación, fragilidad de laderas, entre otros).

La intensificación sostenible implica la creación y/o el fortalecimiento de instituciones o incentivos adecuados al sector privado y adquirir conocimientos básicos sobre tecnologías adaptativas tales como:

– Evaluar las posibles consecuencias económicas y formular planes de acción con varios frentes para informar al sector privado y promover la adaptación. Esto podría incluir el fomento de las prácticas agrícolas destinadas a producir cultivos resistentes a la variabilidad climática (por ejemplo, las resistentes a la sequía), el uso más eficiente de recursos hídricos o, en los casos más extremos, la reasignación de mano de obra y el capital agrícola a sectores más productivos con mayores ventajas comparativas.
– Promover que las señales emitidas por los precios incentivan la adaptación a estas tecnologías. Esto puede afectar la política fiscal, el marco normativo, los sistemas de seguros (por ejemplo, podría ser útil eliminar los sistemas de seguros que fomentan el desarrollo en regiones expuestas a inundaciones costeras), y el régimen de derechos de propiedad.
– Incentivar la investigación y el desarrollo para aprovechar o crear tecnologías en los sectores energético, hídrico, agrícola, forestal y ganadero. Los objetivos consistirían en crear nuevas variedades a traves de mejoramiento genetico asistido por biotecnologia de cultivos o razas animales que puedan adaptarse a los cambios probables en la intensidad y frecuencia de las precipitaciones, economizar recursos hídricos y combustibles fósiles, controlar la infestación por plagas, y adaptarse a los efectos de un clima más cálido. Para alentar la investigación en estas áreas, podría ser necesario otorgar subvenciones a universidades e institutos de investigación u obtener financiamiento de la comunidad internacional.

Dado que la producción agropecuaria, forestal y acuícola de agrosistemas intervenidos en ALC esta limitada por la adopción de biotecnología, legislación y costumbres, el desarrollar una propuesta de “intensificación sostenible” implica tener en cuenta los diversos enfoques con una perspectiva integradora de los costos y beneficios que representa su incorporación, los derechos y deberes que se deben respetar y entregar, las virtudes de las comunidades que podrán adoptarla (dimensión sociocultural) y sin afectar la sostenibilidad de los ecosistemas y paisajes productivos, y a la vez garantizar la seguridad alimentaria y la calidad de vida de la población.

Referencias

(1) Documento “Cambio Climático 2007: Impacto, Adaptación y Vulnerabilidad” correspondiente al segundo volumen del Cuarto Informe de Evaluación del IPCC.

(2) Agroecosistemas son aquellos ecosistemas intervenidos y no intervenidos cuyo uso sea para agricultura, ganadería bosques, y ambientes acuícolas terrestres.

Juan Izquierdo Fernández

Oficial Principal de Producción y Protección Vegetal,
Oficina Regional de la FAO para America Latina y el Caribe

II Jornadas del Programa Interdisciplinario de la UBA sobre Cambio Climático (PIUBACC)

Estrategias Integradas de

Mitigación y

Adaptación a Cambios

Globales

VI Simposio Taller Internacional de la Red 406RT0285 CYTED «Efecto de los cambios globales sobre los humedales de Iberoamérica»
II Jornadas del Programa Interdisciplinario de la Universidad de Buenos Aires sobre Cambio Climático (PIUBACC)
Del 24 a l 26 de agosto de 2009, Buenos Aires
Sede:
Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires. Av. Figueroa Alcorta 2263
INSCRIPCION LIBRE Y GRATUITA
PRIMERA CIRCULAR
Organizan:
Programa Interdisciplinario de la Universidad de Buenos Aires sobre Cambio Climático (PIUBACC).
Porgrama Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED). RED 406RT0285
Introducción
Los cambios globales son aquellos vinculados a los cambios en el uso y en la cobertura de la tierra, en la diversidad biológica, en la composición de la atmósfera y en el clima que pueden alterar la capacidad del planeta de sustentar la vida. Dichos cambios se han intensificado en las últimas décadas, trayendo aparejado problemáticas a nivel ambiental (pérdida de biodiversidad, fragmentación de hábitats, deterioro de recursos), a nivel socioeconómico (conflictos sociales de uso de recursos, disminución y pérdida de fuentes de trabajo, reconversión de actividades, nuevas estrategias económicas, problemática en la salud y bienestar humano) y a nivel jurídico-político (ajustes en las normativas asociadas a los recursos y su manejo, nuevas sinergias entre los organismos).
La Red 406RT0285 «Efecto de los Cambios Globales sobre los Humedales de Iberoamérica» del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED), y el ProgramaInterdisciplinario de la Universidad de Buenos Aires sobre Cambio Climático (PIUBACC) han asumido la responsabilidad de organizar el VI Simposio Taller y las II Jornadas, bajo el lema «Estrategias Integradas de Mitigación y Adaptación a los Cambios Globales» a fin de contribuir a la generación de soluciones que permitan el diseño de estrategias ante estas nuevas problemáticas.
El objetivo de este evento es propiciar el intercambio de experiencias y la transferencia de conocimientos sobre este importante tema, a de integrar
los esfuerzos de diferentes grupos de investigación iberoamericanos y generar sinergias entre los investigadores, que permitan profundizar los conocimientos en la región y buscar posibles medidas de mitigación, rehabilitación o adaptación.
Ejes temáticos
1. Efecto de los cambios globales sobre los sistemas naturales y socioeconómicos.
2. Impactos sobre los servicios ambientales, salud, indicadores psicosociales y bienestar humano.
3. Identificación y evaluación de las presiones sobre los sistemas naturales y antrópicos.
4.    Políticas nacionales y sectoriales de prevención, mitigación, rehabilitación o adapatación a los cambios globales.
5. Alternativas para una gestión sostenible, la gestión de riesgos y el desarrollo sostenible.
Modalidad
Conferencias plenarias
Comunicaciones orales y pósters
Mesa redonda
Taller de Especialistas
Comité Académico Internacional

Alicia Fernández Cirelli

Lucas Fernández Reyes
Alejandra Volpedo
Joaquin Buitrago
Alejandro Brazeiro
Inés Camilloni
Aurora Besalú Parkinson
Claudia Natenzon
Alicia Bernardello
Rafael Seoane
Pablo Evelson
Alejandro Berra
Deborah Tasat
Nora Leibovich
Alejo Pérez Carrera
Gabriela Merlinsky
Guillermo Murphy
Juan Manuel Borthagaray
María Teresa Casparri

Comité Organizador

Lucas Fernández Reyes
Alejandra Volpedo
Andrea Tombari
Alejo Perez Carrera
Gustavo A. Thompson
Inés Camilloni
Mariela Beljansky
Luisa Fronti de García
Alicia Bernardello
Raúl R. Gallardo
Ana Murgida
Liliana Spescha
Schelica Mozobancyk
Aurora Besalú Parkinson
Sergio Pignuoli Ocampo
Ana María Balaszczuk
Presentación de trabajos
Se invita a la presentación de trabajos vinculados a los ejes temáticos.
Cada resumen será de hasta 250 palabras. Fuente: Arial 10; espacio 1,5; márgenes: superior e inferior 3 cm y laterales 2 cm, interlineado simple.
Antes del título del trabajo los autores deberán explicitar el eje temático de pertenencia de su trabajo.
El título del trabajo debe estar centrado y en negrita mayúscula (hasta 90 caracteres con espacios).
El resumen deberá incluir: Datos de/los autores, Procedencia Institucional, correo electrónico de contacto. Objetivos del trabajo, Materiales y Métodos, Resultados y Conclusiones.
Los autores deben estar mencionados como por ejemplo: Gutiérrez, A.C.; Pérez, A.L.; Suárez, J.A.
La procedencia institucional de los autores debe estar indicada dejando un reglón de espacio después del nombre, y debe estar con formato de alineación justificado. Cada trabajo deberá poseer el correo electrónico del primer autor.
El Comité Académico Internacional seleccionará trabajos de cada eje temático para ser expuestos oralmente, notificándoles a los autores sobre la modalidad de su presentación a partir del 30 de julio. El resto de trabajos aceptados por el Comité Académico Internacional serán expuestos en forma de póster.
El tamaño de los pósters deberá ser de 90 cm de ancho por 110 cm de alto. Los pósters serán colocados a las 8:30 hs del día designado por el Comité y retirados a las 17:30 hs del mismo día. Las comunicaciones orales serán de 15 minutos.
Fecha límite de presentación de resúmenes: 24 de julio de 2009.
Fecha límite de inscripción: 14 de agosto de 2009.
El Comnité Académico Internacional comunicará la aceptación de trabajos y la modalidad de presentación de los mismos a partir del 30 de julio de 2009.
Un jurado designado por elComité Académico Internacional, seleccionará entre todos los trabajos presentados los cuatro mejores, y se les otorgará premios.
Toda la información sobre este evento se encontrará disponible en:
Programa General Tentativo
Horario
Lunes 24
Martes 25
Miércoles 26
8:30 – 9:30
Inscripción de los participantes.
(Hall de los pasos perdidos)
9:30 – 10:00
Intervalo
Sesión científica
(Salón Rojo)
Comunicaciones orales de trabajos seleccionados
(Aula 217)
10:00 – 11:30
Acto de Apertura
(Aula Magna)
11:30 – 11:45
Intervalo
11:45 – 12:45
Conferencia Plenaria
(Aula Magna)
Conferencia Plenaria
(Aula Magna)
Conferencia Plenaria
(Aula 217)
12:45 – 14:00
Almuerzo libre
14:00 – 16:15
Sesión científica
(Salón Rojo)
Mesa Redonda
(Salón Rojo)
Taller de Especialistas:
«Integración y cooperación Iberoamericana para las
Estrategias de mitigación y adaptación a Cambios Globales»
(Aula 217)
16:15-16:30
Intervalo
16:30-17:30
Exposición de pósters
(Hall de Pasos Perdidos)
17:30-18:30
Presentación del
Libro de Desafíos del cambio climático y global en Argentina (PIUBACC)
(Salón Rojo)
Acto de Clausura
(Aula Magna)

Cultivo Energía

La transformación de biomasa en energía es un tema que se viene revisando desde hace muchos años y también cuestionando, especialmente cuando se estudia la crítica situación referida a las limitaciones de la tierra ya domesticada y cultivada, sea para la producción de alimentos o de energía.

La aparición de comentarios favorables hacia los biocombustibles, y de la celebración de convenios entre países líderes del norte y países latinoamericanos también poderosos, se promueve como una imposición de ciertos sectores globales preocupados por los precios y dependencias energéticas, que no analizan con rigor las serias consecuencias.

En todo el mundo, la existencia de tierra agrícola es limitada y su disponibilidad tiende a ser menor. La demanda por nuevas tierras para la producción de alimentos y biocombustibles pone también una nueva presión sobre la biodiversidad y los recursos naturales (recordemos que en Latinoamérica hay cinco países con la máxima riqueza biótica: Barsil, México, Colombia, Perú y Ecuador).

El fomento por la producción de biocombustibles, está alcanzando una enorme dimensión en países agrícolas, lo que estaría reflejando la preocupación por el uso y encarecimiento de los combustibles fósiles y el calentamiento global.

Desde las naciones más desarrolladas se están poniendo metas en el uso de combustibles alternativos a los fósiles, para lograr una reducción de las emisiones de CO2, pero no se revisan ampliamente los efectos que podría tener este cambio sobre la producción de alimentos, pudiendo aumentar los costos de estos últimos por limitarse se oferta.

La tierra de calidad agrícola es cada día más escasa, la población mundial creciente y el deterioro de los suelos una cuestión prioritaria a tener en cuenta. Sumado a ello, el cambio climático que impacta sobre la agricultura latinoamericana, agrega incertidumbres y cambios a mediano plazo, que no están siendo evaluados adecuadamente.

Emergencia por Catástrofes

Desde este espacio expresamos con anterioridad, específicamente en el post «Vulnerables», nuestra preocupación respecto de lo poco preparada que se encuentra nuestra sociedad para hacer frente a los estados de emergencia producto del cambio climático… todavía impredecible en sus consecuencias específicas, y de toda índole.

No obstante, en la página web del Honorable Senado de la Nación, figura un Proyecto de Ley (S-3913/06) cuya propuesta resulta interesante de estudiar.

Su fundamentación parte de observar una mayor conciencia de la humanidad en cuanto a las amenazas de la naturaleza, a partir de una serie de hechos catastróficos de repercusión internacional, y del impacto que el cambio climático tiene en estas latitudes. De hecho, en lo que va del siglo se ha registrado la mayor inundación del litoral santafesino ocasionada por el desborde del río Salado en el 2003 y la sequía que afectó y sigue afectando al Chaco.

Es así que se propone la formación de un Sistema Nacional de Emergencia por Catástrofes (SINEC) que tendría como función intervenir en la planificación y gestión de políticas públicas en materia de emergencias por catástrofes o desastres que se produzcan o puedan producirse en el territorio nacional, llevando adelante todas las actividades correspondientes y coordinando acciones intergubernamentales, tendientes a la consecución de medidas de mitigación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción. Con énfasis en la fase de mitigación, prevención, capacitación, acciones y comunicaciones para la toma de conciencia ciudadana, ordenamiento territorial, sistemas de monitoreo y alerta temprana.

La conducción de este sistema estaría a cargo de un Gabinete de Emergencias por Catástrofes (GADEC) presidido por el Jefe de Gabinete de Ministros y se podrían conformar otros GADEC específicos que actuarían en forma complementaria,  con duración limitada y orientados a la atención de situaciones coyunturales específicas o transitorias.

Las funciones específicas del SINEC serían:

  • Aprobar los planes de mitigación, respuesta, rehabilitación y reconstrución,
  • Evaluar y fundamentar la declaración de emergencia por catástrofe o desastre,
  • Aceptar y canalizar la ayuda que se reciba de otros países, de organismos multilaterales y de la red solidaria nacional e internacional,
  • Formar, capacitar y entrenar a los recursos humanos,
  • Promover el fortalecimiento de las comunidades vulnerables,
  • Y fomentar el desarrollo de políticas de regulación del uso específico del suelo, el ordenamiento territorial y la aplicación de seguros contra desastres; entre otras funciones.

Esperamos pueda debatirse, replantearse, definirse y ponerse en marcha, por una buena gestón de crisis.

Hacia un Modelo Sustentable

La situación denuestro país ante los graves efectos que generan los cambios climáticos, plantea la necesidad urgente de implementar un camino hacia un desarrollo sustentable que no sólo pueda hacer frente a los daños ambientales, sino que permita generar el impulso de actividades para una mejor distribución de la renta, con más empleo y más ingreso.

Para lograr un desarrollo sustentable será necesario convertir a nuestra sociedad en: más solidaria, que supere la injusta distribución de la riqueza, la degradación del ambiente y el agotamiento de los recursos. La primera tarea sería entonces orientar la inversión y ocupación del territorio en función de la potencialidades y restricciones del mismo.

La relación población/recurso, en latinoamérica, es ampliamente favorable comparada con otros continentes, mostrando un balance que posibilitará satisfacer nuestras necesidades ampliamente. En Argentina, tenemos una elevada capacidad de generar capital que pudiera ser orientado para iniciar y concretar el desarrollo sustentable. Lo que falla sin duda es nuestro propio sistema, con una distribución del ingreso y del poder sumamente regresiva.

Nuestra participación en el mercado mundial es pasiva y residual, manteniendo un proceso productivo que degrada y desaprovecha recursos naturales, fuentes energéticas y hábitat (incluyendo el aumento de la desocupación).

El reto es diseñar una estrategia de desarrollo en armonía con la naturaleza y con las necesidades de las futuras generaciones.

Los problemas ambientales surgen cuando una estructura económica y social transforma la naturaleza en función de elevar su calidad de vida con una tendencia hacia una máxima ganancia sin considerar consecuencias.

En el proceso de producción, se genera al mismo tiempo un proceso de destrucción que da orígen a la degradación. Al mismo tiempo, opera un proceso de aprovechamiento/desaprovechamiento a través del cual seleccionamos de la naturaleza sólo aquello que puede satisfacernos.

Desde la división internacional del trabajo, nuestro continente fue especializado en muy pocos productos. Una parte importante de la heterogeneidad de nuestros recursos fueron transformados en cultivos específicos afectando la potencialidad de la naturaleza y su seguridad ante cambios, afectando la capacidad de sumidero, y liberando alta proporción de gases en función de los bosques quemados. Finalmente, en cuanto al uso de la energía es posible señalar que nuestro estilo ha sido sumamente dilapilador revelando en todos los sectores bajos niveles de eficiencia energética.

En definitiva, se producen sólo los elementos que ganan ventaja comparativa a nivel mundial con lo cual se desaprovecha y se utilizan a un ritmo superior a la renovación natural con lo cual se degrada el medio ambiente, además que la ocupación del territorio se realiza explotando los elementos que brindan una rápida ganancia.

La elaboración de Cuentas Patrimoniales que valorice física y monetariamente el potencial de los recursos naturales y registre sus cambios en función de la producción ha sido planteada y en varios países se han iniciado las primeras acciones en el tema. En nuestro país se ha  elaborado un proyecto en conjunto con el Consejo Federal de Medio Ambiente y el INDEC, donde en colaboración con todas las provincias se determinarán los costos de elaboración de la cuentas patrimoniales. A su vez se plantea la necesidad de garantizar la oferta ecosistemática que todos los sectores económicos deben utilizar en su producción.

Para seguir leyendo : http://www.uba.ar/encrucijadas/41/sumario/enc41-modelosustentable.php

Cultivo, desmonte y efecto invernadero

Un contexto internacional favorable, sumado a un proceso importante de cambios tecnológicos que comenzó hace más de cuarenta años atrás, crearon las condiciones para que la agricultura argentina diera un salto en los ’90 de una magnitud sin precedentes y claramente visible en el cultivo más importante: la soja (como también en los principales granos «históricos», como maíz y trigo, que ocupan una superficie cultivada igual a tres provincias del Chaco).

Este económicamente exitoso modelo de agricultura industrial está marcando profundos cambios sociales, económicos, ambientales y de logística, con serias restricciones a la sostenibilidad de todo el sistema rural y ambiental.

Es la ecorregión Pampa donde se sienten más algunas consecuencias de un descomunal crecimiento no planificado y sin participación activa del Estado. Si se mantiene por mucho tiempo la situación de que el 85% de los granos viajan a molienda y a puerto por tierra en camión y sólo un 15% por el sistema ferroviario, la eficiencia del sistema de transporte de granos muestra su fragilidad y casi de inmediato puede entrar en colapso. Esto, además de ser costoso en términos económicos, lo es más aún en términos energéticos y en el aumento de emisiones de CO2.

También el desmonte preagrícola afecta profundamente a la ecorregión Chaco (tercera ecorregión del país en cuanto a biodiversidad), además que esta zona viene acogiendo desde los ’70 el desplazamiento de la ganadería pampeana por el fenómeno de la sojización.

Los efectos del cambio climático sobre la producción agropecuaria y el territorio sobre el que esta se expande serán importantes, según las propias proyecciones del IPCC (International Pannel on Climate Change), en América Latina podrán verse afectadas entre 60 y 150 millones de hectáreas debido a la reducción de los recursos de agua, al aumento de temperaturas y al cambio en el nivel de lluvias, además de la mayor frecuencia de eventos extremos y elevación del nivel del mar.

Políticas Posibles

Existe un Proyecto de Ley elaborado por el Senado de la Nación que promueve la identificación y eliminación de políticas fiscales y promocionales de actividades y de servicios que obstaculizan la lucha contra el Cambio Climático antropogénico.

El proyecto consiste en la creación, por parte de PEN de una Comisión de trabajo integrada por funcionarios de las diferentes reparticiones de la Administración Pública Nacional con incumbencia en esta materia, así como también considera la posibilidad de solicitar la participación del sector privado, académico y de la sociedad civil.

Pasados los tres meses de trabajo de esta comisión, el PEN elevaría al Congreso de la Nación las modificaciones  que deban hacerse por ley, tendientes a la eliminación gradual de las políticas fiscales y promocionales identificadas.

La fundamentación de este Proyecto de Ley, parte de la aprobación, por parte del Congreso Nacional a través de la Ley 24.295, de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) y por Ley 25.438, del Protocolo de Kyoto de esta misma Convención.

En ese sentido, el inciso f) del artículo 4 de la Convención prescribe que «todas las partes, teniendo en cuenta sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y el carácter específico de sus prioridades nacionales y regionales de desarrollo, de sus objetivos y de sus circunstancias deberán:(…) tener en cuenta, en la medida de lo posible, las consideraciones relativas al cambio climático en sus políticas y medidas sociales, económicas y ambientales pertinentes y emplear métodos apropiados, por ejemplo evaluaciones de impacto, formulados y determinados a nivel nacional, con miras a reducir al mínimo los efectos adversos en la economía, la salud pública y la calidad del medio ambiente, de los proyectos o medidas emprendidos por las Partes para mitigar el cambio climático o adaptarse a él (…)».

El proyecto, entonces, se sustenta sobre la base del principio de pensar local y actuar global. Es que si bien nuestro país no ha contribuído en el pasado en gran proporción con emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, como sí lo han hecho los países industrializados, el clima y el ambiente es uno solo.

Algunos ejemplos de políticas fiscales y promocionales de actividades que no consideran su impacto en el clima y el medio ambiente son: 1)el cobro de impuestos a vehículos automotores y motores (en Argentina paga menos impuesto un automóvil viejo y más contaminante que uno nuevo, a la inversa de lo que sucede en Alemania), 2) la promoción con incentivos fiscales al sector maderero que provoca la disminución de bosques en nuestro país, 3) las medidas que fomenten el uso de energías convencionales, desalentando la inversión en energías renovables; entre otros ejemplos.

Asimismo, la Ley General del Ambiente Nº 25.675 en el artículo 4 enumera determinados principios de política ambiental, entre ellos se cita al principio de equidad intergeneracional que plantea que los responsables de la protección ambiental deberán velar por el uso y goce apropiado del ambiente por parte de las generaciones presentes y futuras; mientras que el principio de progresividad prescribe que los objetivos ambientales deberán ser logrados en forma gradual, a través de metas interinas y finales, proyectadas en un cronograma temporal que facilite la adecuación correspondiente a las actividades relacionadas con esos objetivos.

Fuente: Texto del Proyecto de Ley del Senado de la Nación S-1495/07, extraído de http://www.senado.gov.ar.

¿Quien paga los daños?

La atmósfera es mundial y el clima no tiene fronteras políticas, por lo tanto los efectos del Cambio Climático superan los territorios nacionales.

A fines del 2006, el Banco Mundial, redactó un informe sobre las consecuencias económicas del CC y de las medidas para su mitigación. En ese trabajo se estimó que, con un aumento de la temperatura en 5º, podría caer un 20% el PBI mundial. Por el contrario, si se actuara de inmediato, gran parte de los problemas podrían resolverse con la utilización de un 1% de la economía mundial.

 

Pero lo más impactante, es que afirma que las acciones nacionales, regionales e internacionales debieran «basarse en una visión compartida de los objetivos y en acuerdos sobre marcos que aceleren las acciones a lo largo de la próxima década».

 

Lo que ya ha quedado fuera de discusión es la existencia de efectos económicos perjudiciales originados porque el mercado no los pudo corregir. A partir de allí comineza una ardua negociación internacional para definir quién debería pagar la cuenta.

 

No es casual que la solución al CC se plantee en términos de ayuda internacional, en vez de hacerlo con un formato en el que el país contaminante tiene la obligación de detener y/o compensar su contaminación.

 

El Economista Francois Perroux, creador de la teoría de los polos de desarrollo, planetaba que podríamos encontrar explicaciones con el concepto de la «unidad económica dominante». Esta unidad dominante ejerce una influencia unilateral irreversible sobre las demás unidades económicas debido a: la dimensión de su actividad, la mayor fuerza contractual y la insersión en sectores claves.

 

Cuando analizamos la importancia de los paises industrializados, su capacidad de imponer condiciones económico-financieras en el mercado y su protagonismo en el desarrollo tecnológico, deberíamos considerar el análisis del CC y sus efectos económicos bajo esta perspectiva.

 

El desorden que está atrayendo el CC merece un replanteo sobre el tipo de crecimiento económico, sobre la distribución de las cargas para resolver los efectos económicos, sobre el proceso de desarrollo de la innovación tecnológica (especialmente en materia de producción limpia y ahorradora de energía) y sobre los mecanismos correspondientes de financiamiento.

 

 Para consultar la fuente:

http://www.uba.ar/encrucijadas/41/sumario/enc41-quienpaga.php


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